Quizás el nombre no sea lo más bonito para describir este pequeño paraíso de Jaén pero el charco del Aceite o de la Pringue es un bello paraje enclavado en el cauce natural del río Guadalquivir.
Un lugar donde pasar el día, refrescarnos, contemplar la naturaleza y hacer senderismo. Sin lugar a dudas un lugar para contactar y reconectar con la naturaleza.
Cómo llegar al Charco del Aceite o Charco de La Pringue
Para llegar hasta este hermoso lugar enclavado en la Sierra de las Villas tenemos que coger la carretera hacia Villanueva del Arzobispo y aquí como a 6 kilómetros antes del cruce encontramos la desviación hacia nuestro destino que no tiene pérdida.

El Charco del Aceite o Charco de La Pringue
Esta bella piscina natural de aguas transparentes consta de muchos atractivos y si vas en fin de semana suele estar lleno de gente que van a pasar el día porque hay mesas y lugar donde tomar algo, ahora bien si lo que queremos es verlo en estado puro recomendamos ir entre semana un día de primavera.
Se cree que un burro mientras caminaba por la senda cargado de tinajas de aceite se cayó a sus aguas y de ahí el nombre del Charco del Aceite. Hoy en día en sus aguas podemos ver truchas, barbos y con mucha suerte la escurridiza nutria.

Rutas por el Charco de La Pringue o Charco del Aceite
Si lo que queremos es caminar justo al lado del kiosco tenemos una senda de unos 7 kilómetros muy sencilla. Esta ruta es la etapa 6 del GR-247
El camino empieza por un bosque de ribera típico de la zona, después cruzaremos un puente, el conocido como Puente de los Agustines y nos adentramos en el barranco. Si continuamos veremos la ermita de la Hoz donde podemos avistar buitres leonados volando sobre nuestras cabezas.
Esta es una de las rutas pero hay muchas más como por ejemplo la ruta de casi 10 kilómetros que nos lleva hasta el embalse del Tranco. Aquí os dejamos su track

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