El río Miño con sus 340 kilómetros de longitus es el río más largo y caudaloso de Galicia y constituye la barrera natural entre España y Portugal por el norte, además de ser el hábitat natural de muchas especies de animales y vegetales.
Donde se encuentra el estuario del río Miño
Al Sur de Pontevedra y limítrofe con Portugal encontramos este paisaje fluvial con varios islotes arenosos como la llamada Isla Canosa.
Desde siempre se le ha considerado un río mágico, cargado de leyendas tanto para la gente de allí como para los romanos que llamaban a la zona Finisterre o fin del mundo, ya que pensaban que más allá de esas tierras no había nada.

Para ver la desembocadura del río Miño en todo su esplendor lo mejor es hacerlo desde la localidad de A Guarda y desde aquí subir al monte Santa Tecla donde no sólo disfrutaremos de una panorámica de excepción si no que podemos practicar senderismo y ver su famoso castro celta de Santa Tecla del Siglo II a.c así como la capilla del mismo nombre.

Importancia ecológica de la desembocadura del río Miño
Todo el tramo del río Miño esta considerado como reserva de la Biosfera pero además es en este último tramo donde abundan las aves acuáticas, garza real, garceta… un paraíso para las aves acuáticas. Además de ser una zona rica en salmones y lampreas.
Donde dormir
Para dormir y visitar la desembocadura del río Miño lo mejor es hacerlo en el pueblo cercano de A Guarda o en el vecino Tui donde la oferta hotelera es bastante grande podemos verla pinchando aquí.
Al día siguiente podemos coger un ferry que nos cruza por un precio muy asequible hasta la localidad portuguesa de Caminha y desde aquí podemos aprovechar para visitar el norte de Portugal, en otra ruta que nos puede llevar desde unas pocas horas o varios días recorriendo el país vecino.

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